Macroeconomía en Ecuador en Ecuador
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La institucionalidad económica que vive Ecuador es el resultado de la denominada «nueva política económica», aplicada a partir del año 2000 para enfrentar la grave crisis de la economía, traducida en el colapso del sistema bancario, inflación creciente, incapacidad de cumplir los pagos por el servicio de la deuda externa, elevados déficit fiscales y crecientes niveles de desempleo y subempleo.
Para reestablecer el equilibrio macroeconómico se han priorizado los aspectos relacionados a la liberalización de los mercados de bienes y factores, la asignación de recursos y formación de precios de acuerdo con el mercado, la apertura externa a través de un sistema de preferencia arancelaria.
Se requiere establecer una disciplina fiscal orientada a reducir el gasto público e implementar una reforma tributaria de fácil administración con un bajo número de impuestos, simplificación de los mecanismos de recaudación y ampliación del universo tributario con regímenes especiales en favor de los propietarios de pequeñas y medianas empresas así como de los pequeños contribuyentes. Restablecidos los equilibrios macroeconómicos, en una segunda fase se encuentra en plena implementación un conjunto de reformas orientadas a estimular la inversión y la actividad productiva.
En el sector financiero está prevista la transferencia de los bancos estatales al sector privado. En adición se estableció la autonomía del Banco Central, con la misión de garantizar el funcionamiento del régimen monetario de dolarización y al crecimiento económico del país.
La operación del Banco Central cuenta con una agenda económica que regula sus acciones a tenor de los siguientes aspectos:
Impulsar el crecimiento económico sostenible en el tiempo.
Propender al fortalecimiento del sistema financiero nacional.
Elevar los niveles de productividad del país.
Insertar al país en una economía globalizada.
Fortalecer institucionalmente la estructura y las operaciones del Banco Central.
La agenda económica del país tiene el propósito de atraer inversiones, para lo cual es necesario emprender la capitalización de las empresas estatales, con una amplia participación de capitales extranjeros en las empresas de energía, hidrocarburos, comunicaciones y transporte.
Estos aspectos suscitan enfrentamientos entre los grupos sindicalistas y el gobierno, enfrentamientos que se han producido sistemáticamente y que han llevado a crisis de gobernabilidad expresadas en frecuentes interrupciones de gobiernos legítimamente elegidos. Sirva decir que Ecuador en los últimos diez años ha tenido seis presidentes constitucionales.
Situación macroeconómica
Los resultados macroeconómicos de un país constituyen agregados exógenos relacionados con la solidez del sistema financiero, destacándose entre los principales indicadores la inflación, el saldo de la balanza de pagos, la flexibilización de la política fiscal y las tasas de interés. Estos indicadores pueden señalar desequilibrios que afectan al sistema financiero.
Los resultados macroeconómicos del proceso de ajuste y estabilización y reformas estructurales en el caso ecuatoriano muestran una reducción gradual de la inflación, principal logro del proceso de dolarización. De esta manera, si bien la inflación pasó del 60,7 por ciento en 1999 al 91 por ciento en el año 2000, a partir de entonces inició un descenso que la situó en valores del 22,4 por ciento en 2001, el 6,1 por ciento en 2003 o el 3,1 por ciento en 2005. No obstante, este importante logro se ha visto atenuado por los altos niveles de precios vigentes en la economía.
En el sector externo el déficit en la cuenta corriente en promedio fue de más de mil millones de dólares. Esta situación se originó especialmente por el deterioro de los términos de intercambio y las importaciones crecientes de bienes de capital e insumos.
En los últimos años el déficit en la cuenta corriente representa entre el 5 y el 6 por ciento del producto interno bruto, financiado principalmente a través de la creciente recepción de remesas de los migrantes, que han alcanzado un valor de 1.740 millones de dólares en 2005.
Las remesas de los migrantes son, sin lugar a dudas, una fuente importante de divisas para el Ecuador, y poseen una estructuración muy particular, pues cada remesa beneficia en promedio a dos ecuatorianos, de forma que el 25 por ciento de la población recibe fondos provenientes del exterior. El 65 por ciento de lo que reciben las familias se destina a gastos diarios de alimentación y vivienda, y solamente el 17 por ciento activa el comercio de los bienes suntuarios.
El análisis del comportamiento de los destinatarios de estas divisas muestra que los mayores beneficiarios son los hijos y hermanos, en el 29 y 21 por ciento, respectivamente; y el 13 por ciento es destinado a los cónyuges, hecho que se superpone con la crisis familiar por la que atraviesan numerosos hogares en Ecuador, producto de la migración de los padres, fundamentalmente.
En el primer quinquenio del siglo se han alcanzado los 1.740 millones de dólares y la previsión de futuro sigue siendo creciente.
Fuente: Enciclopedia del Ecuador