Agitación Social

Agitación Social en Ecuador en Ecuador

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Historia: La agitación social entre 1930 y 1948

El período comprendido entre la crisis económica mundial que se generalizó a principios de la década de 1930 y la presidencia interina de Carlos Julio Arosemena Tola fue una época de turbulentas acciones sociales y de gran inestabilidad política; el ejemplo más destacado es la guerra civil de los «cuatro días», en 1932. En estos años la población del país alcanzó una cifra aproximada de dos millones de habitantes, pero este crecimiento demográfico no fue paralelo al crecimiento urbano que, debido a la crisis, fue adquiriendo un ritmo lento.

Entre cuartelazos, matanzas y persecuciones, la población vivía nuevas experiencias como la aparición de la radio, el cine hablado y la aviación, las novedades del fútbol nacional y la mayor presencia del automóvil en las estrechas calles de las urbes. Más que antes, el mundo internacional penetraba en las parroquianas costumbres y preocupaciones del ecuatoriano. Iban quedando atrás las influencias francesa e inglesa, y la moda estadounidense comenzó a ingresar vigorosa en todos los terrenos. El nacionalsocialismo y el fascismo, la Segunda Guerra Mundial, la derrota militar frente al Perú en 1941 y la guerra fría preocupaban a la población y a sus organizaciones.

Estos acontecimientos llevaron a que se potenciaran las capacidades organizativas y de movilización de viejos actores sociales como los artesanos y los militares. Los empresarios reorganizaron o fundaron sus espacios organizativos, las Cámaras de la Producción; los obreros, sus sindicatos. El crecimiento del aparato estatal, del magisterio, del ejército y de la policía incrementaron la clase media, que también fundó sus estructuras organizativas y participó activamente del quehacer político y social. Sin embargo, la mayoría de la población no tuvo una expresión organizada, por lo que las frecuentes movilizaciones sociales fueron relativamente espontáneas. Las calles y las plazas, el espacio público, se convirtieron en el territorio donde, en forma generalizada, se expresaban las demandas y se enfrentaban los oponentes.

Como en la década de 1920, en las de 1930 y 1940 continuó la dinámica de migración del campo a la ciudad. La crisis económica y la diversificación de los cultivos propiciaron dinámicas en el campo que forzaron a buena cantidad de campesinos a trasladarse a las ciudades, lo que desató procesos de «cholificación» y mestización en las urbes. Por otra parte, en estos años la preocupación por «lo social» cruzaba las decisiones de la sociedad y del Estado; el indigenismo y el realismo social son la expresión cultural de la época. Sectores populares organizados, intelectuales liberales, socialistas y comunistas impulsaron las demandas sociales que se extendieron y llegaron a ser asumidas por el Estado en 1938, a través de la promulgación del Código del Trabajo. La Iglesia y los conservadores también accionaron desde su perspectiva en este sentido, y para dar respuesta al avance «comunista» fundaron organizaciones nacionales, como la Confederación Ecuatoriana de Obreros Católicos (CEDOC), creada en 1938. En 1944 surgió la Confederación de Trabajadores del Ecuador (CTE), y en ese mismo año los intelectuales crearon la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

Fuente: Enciclopedia del Ecuador

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